domingo, 3 de agosto de 2014

Buenas noches.


La noche llega, y siempre es la hora del sueño, sin sueño; donde queda el espíritu viejo y olvidado ya poco queda...
Se olvida, pero antes de morir, vuelve a nacer. Nace avasallando, y ni el tiempo lo mata. Lo sabes. Eso eres tú.

Mírame, mírate ahora, léeme a mi y leete. Yo soy tú. Soy tu más tú que nunca. Yo no te olvido. Y conmigo no puedes ni siquiera plantearte el intentarlo... porque te rescato de la noche y te la dejo en esa misma noche para que la ames.

Viene como la risa, viene de repente, viene solo a veces; y todo es una putada sino viene.
Viene ya desde hace años, y a sentir se queda, te abraza un rato. No puedes poseerla, la noche te trae esa lluvia de pensamientos, quién dijera que te inspirara en algo, y tu dejas tus incoherencias al respecto.

Es un abrazo solo de noche, porque de día ya ni lo buscas, ni lo quieres... o quizá aun lo quieres más, pero lo sabes menos. 
Incluso lo olvidas, quemas el tiempo y por la mañana lo olvidas. Pero en el fondo nunca olvidas, porque da igual que tarde un día o cuatro meses, siempre viene. Me gusta mucho el 4, las payasadas de las cosas favoritas de cada cosa no me van, me sacan casi tanto de mis casillas como el pijorock, pero el 4 mola.

Ya ni te acuerdas, pisas en las calles de siempre y en las cosas. Ya durante 21, las mismas cosas, todo parecido.
Antes te hacía renacer.
Cuando todo el mundo se caía, y suburbía te tenía...
Volvías a nacer. Te reinventabas un poco. Tenías huevos.

Recuerdo como era al principio, cuando estabas ahí, cuando pensabas que todo era una cagada sucesiva.
Y de repente venía. Cuando no tenías fuerza y venía.
Vah, ese latigazo te reventaba la espalda y te salía por la boca. Estabas enamorado de él.
Era la ostia....nunca olvidare como empezaba, lo caótico que era todo lo que leías después de haberlo dejado ahí impreso. Era ilegible. Te encantaba. Hablabas de tanto, de tanto que incluso ni tu entendías del todo.
Pero salía.... soltabas el veneno y era la única manera de pegar ojo algún domingo.
Venía todo de golpe y ni siquiera te daba tiempo a poner todo lo que te venía, mil bocanadas por segundo... y en pocos minutos se piraba...

Siempre te ha gustado. 


En el fondo nos caemos bien, ahora mírame y mírate, yo soy tus adentros y a veces salgo fuera.