domingo, 14 de abril de 2013

Digame, Señor Barquero.

Digame señor barquero,
como su único placer es remar,
desafiar al mar bravío,
en noche y fiera tempestad.
Digame, si teme el pulso,
de su tenue vela,
contra el huracán.

Digame el secreto,
para su risa marina,
en noche y pleno rugido,
acallar la tempestad.

Digame, si anota cada vendaval,
si sabe que las gotas de su ente,
en ligero vapor o leve bruma,
acarician, a las gaviotas vestidas en plumas,
se funden, con el cielo transparente.

Digame señor barquero,
el rubor de ver las barbas pelar,
la vela zozofrar,
y la calma, de solo remar,
contra el mar.

Digame, ¿porqué sueña lejos del hogar?
Porque solo deja que le acune,
su madre la mar.

Digame porque señor barquero,
sus ojos, no visten de tierra,
que les decora mar.
Susurreme,
porque sólo juró amor a las estrellas de mar.


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